Cumplir años tiene, culturalmente, un doble sentido, incluso hasta antagónico. Cuando pequeños, cada aniversario se enfrenta con ansiedad e ilusión, incluso es frecuente que los niños tengan un ferviente anhelo por ser grandes y llegar a la adultez, que desde su mirada se percibe como una etapa plena y segura. Por nuestra parte, los adultos miramos con añoranza nuestros primeros años, esos cuando, por lo general, no existían mayores responsabilidades ni problemas. En paralelo, de manera generalizada, oímos a nuestros pares decir que ya no cumplen años, que desde cierta edad ya no se suman dígitos, como si existiera una resistencia a seguir el flujo natural de la vida.
Curioso, ya no queremos lo que de niños añoramos y negamos lo que por naturaleza “nos toca”, cuando, desde mi mirada, a medida que se suman años se presentan nuevos desafíos, responsabilidades, pero a la vez tenemos la oportunidad de vivir la vida con una mirada más amplia, calma y repleta de experiencias. Esa experiencia representa una oportunidad individual y también para nuestra comunidad.
Cuando crecemos con la mirada puesta en que más años equivale a poder ser más valioso y más experimentado, vamos construyendo una sociedad que “respeta las canas” por todo el recorrido que quienes las lucen han hecho, pero también porque eventualmente todos llegaremos a ser “GRANDES” y cuando eso suceda nos gustaría estar en el lugar que nos corresponde.
En abril, Fundación Grandes cumplió su tercer año de vida y puedo decir que tenemos la energía y el ímpetu propio de los primeros años, pero también tenemos la convicción de que a medida que sumamos experiencia, seguiremos contribuyendo por un Chile integrado, donde se valoren las relaciones entre personas de diferentes generaciones y donde tu año de nacimiento no te quite beneficios, ni menos derechos.
Miramos el futuro con esperanza y motivación, porque en estos breves años hemos logrado contribuir a crear entre todos un mejor país, porque sabemos que los desafíos de hoy no serán los mismos que mañana. Porque algunos ya los habremos solucionado y que juntos iremos por la consecución de nuevas metas y que todas contribuirán a que lleguemos a vivir en un Chile más intergeneracional y para todas las edades.
En nuestro aniversario agradecemos a todas las personas e instituciones que nos han acompañado en este breve pero contundente recorrido e invitamos a que todos quienes se quieran sumar a la construcción de un país más desprejuiciado y más respetuoso con todas las etapas de la vida a que se sumen a nuestro recorrido que comenzó hace tres años, pero que no tiene fin, porque grandes somos todos.
Eduardo Díaz del Río
Presidente y Fundador Fundación Grandes
